Gracias (SONANDO: STAND BY ME, PLAYING FOR CHANGE)

Para hacer cosas grandes y diferentes has de buscar a gente grande y diferente. El equipo de Plataforma Editorial (Jordi, Miriam, María, Felipe, Miguel, Sandra, Ana, Nuria…) lo es. Gracias a ellos, y gracias a ti, lector, por haberme dedicado parte de lo más preciado que tienes: tu tiempo.

Por otro lado, mamá, ¿cómo iba a hablar yo de emoción sin ti? Eres mi gran secreto, que, complementado a la perfección por papá, me recuerda lo bonito que resulta ser incapaz de imaginar la vida sin vuestro aliento constante hacia los sueños. Paula, Álex, Sergio… ¡Silvia! Vosotros me hacéis creer en el significado de la palabra «familia». Me ilusionáis tanto como las celebraciones con Mamámaritere o Elva, César y Claudia. Fiestas a las que siempre se suma Belito desde arriba tarareando: «¡Aceitero! ¡Vinagrero!…», ¡este libro es para ti, abuelo!

Mercedes, querida directora, gracias por tu paciencia y por tus lecturas. Cualidad que compartes con José Miguel Fernández-Dols y sus consejos en las ya siempre especiales comidas en la Autónoma.

Consejos como los de grandes mentores, como Manolo Rivero con su «¿Dónde estarás en cinco años?», Rafael Martínez, preguntándome: «¿Te animas con una clase de máster?», o Fernando Arístegui, preguntándome: «¿Para qué?, ¿para qué?». Pilar, emocionándose en mi despedida del centro comercial, José María Vázquez Pena con sus retos o Sandra ¡Prieto! siendo ejemplo de autenticidad. No obstante, permitidme gritar: ¡gracias, Belén Varela! Creo que no puedes entender cuánto has aportado a mi vida, trayectoria y felicidad. Has hecho de mí una mejor versión a la que cada día contribuyen esas personas increíbles que siempre tuvieron su puerta abierta para mí: Luis Sestelo, Erquiaga, familia Blanco, Juan Díaz, Ricardo Capilla, Dionisio Uría y Marta, Roberto Marijuan, Nacho Armesto, Teresa Egerique, Rubén Martínez, Pablo Herreros, Cubeiro, Manuel Campo Vidal, Mónica Yáñez, Joaquín Dosil, Pedro Giménez, Garre, Alicia Aradilla, Santiago Vázquez… ¡cada minuto con vosotros son horas de aprendizaje para mí!

Aprendizajes como los que desde hace años me transmite cada persona del equipo de InfoJC: Mirian, Juan, José Ramón, Néstor, Vicente, Ricardo… gracias por estar siempre dispuestos y siempre preparados.

Preparación como la que tienes tú, Marcos Pérez Gulín, para cambiar el mundo. Algo que también vi en cada palabra que me dijo Iago Santalla. Deberíais ser personas de obligado conocimiento.

Aunque para extraordinarias, las personas que aparecieron en mi camino para compartir momentos reflejados en cada pedazo de este libro: Jesús Cidón, Andrea Triviño, Noelia Pardo (con cada coma), Anaïs Celada, Araceli, Makay, Humberto «el entrenador», Silvia Acevedo, Diego Méndez, Chapis, Alba, Paula Cancelas, Luis Estévez, Hugo Lúa, Susi Monóculo, Cone, Silvia Punset… Sois una especie en peligro de extinción.

Aunque para únicos los Pantines: Carlos, Suso, Otto, Xuli; este libro no es mío, es nuestro. Sobran las palabras (no puedo adjuntar audio aquí). Cuánto debemos a los «Soñadores do Santiso» y cuánta magia hay ahí.

Y todo esto sí sería imposible sin mi mundo: Ahiker (gracias por ser tan increíble), LauRo y Paloma (fuentes de apoyo), Rubén, Mosky (¡viva Sancho!), Palla, Peri (¡nah!), Montse, Gregorio, Rebe, Diego, Raquel, Rueda, Cuca… Kitos (estás el último para comprobar que leías el libro entero; gracias por haber contribuido tanto a una vida positiva, hermano).

Ana, eres un apartado especial ya que esto no sería posible sin tu creencia ciega en mí desde el principio, ¡gracias por haberme enseñado tanto de la vida! Fue precioso conocerte en el lugar donde encontré a Pablo (eres mucho), Laura (chatunga), Álvaro (primo), Gloria, Adriana, Félix, Carlos Andrea, Águeda, Yago, Javi… Gracias por tanta felicidad.

Felicidad como la creada por cada uno de los profesores que por inspirarme son parte de esto: Abelardo, Andrade, Daniel, José Ramón, Cheché, Mar, Pablo, Arellano, Andreu, Vecino, Gerardo, Manolo, Marie, Mercedes… ¡Dais vida y esperanza a esta sociedad!

Faltarían todavía mis amigos de Aedipe, del MDEF, de la SEPP, de maristas (mucho)… Y ¡cuántos más! Escritos aquí o no, en mí ya habéis dejado huella, y por eso el mejor agradecimiento es recordaros todo lo que nos queda por compartir. Gracias, amigos, sonreid y sed felices.

JAVIER CEBREIROS

Desde el rincón más bello de la Tierra (Galicia)
para el mejor mundo (vosotros).

Bibliografía recomendada