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José Martí

Diario de Campaña

Créditos

ISBN rústica: 978-84-933439-3-4.

ISBN ebook: 978-84-9897-872-8.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 7

La vida 7

La idea de la prosa 7

Lo cívico y lo político 8

Un final escogido 8

Diario 9

9 Abril 11

10 11

11 11

12 11

13 11

14 12

15 13

16 13

17 14

18 14

19 15

20 16

21 17

22 18

23 19

24 20

25 21

26 23

27 23

28 24

29 24

30 25

1 Mayo 25

2 26

3 26

4 26

5 27

7 28

8 31

9 33

10 37

11 38

12 39

13 40

14 41

15 42

16 43

17 43

Sábado 18 de mayo 44

Apéndice 44

11 44

13 44

14 45

Bibliografía 47

Libros a la carta 49

Brevísima presentación

La vida

José Martí (La Habana, 1853-Dos Ríos, 1898), Cuba.

Era hijo de Mariano Martí Navarro, valenciano, y Leonor Pérez Cabrera, de Santa Cruz de Tenerife.

Martí empezó su formación en El Colegio de San Anacleto, y luego estudió en la Escuela Municipal de Varones. En 1868 empezó a colaborar en un periódico independentista, lo que provocó su ingreso en prisión y más tarde su destierro a España. Vivió en Madrid y en 1871 publicó El presidio político en Cuba, su primer libro en prosa.

En 1873 se fue a Zaragoza y se licenció en derecho, y en filosofía y letras. Al año siguiente viajó a París, donde conoció a personajes como Víctor Hugo y Augusto Bacquerie.

Tras su estancia en Europa vivió dos años en México. Por esa época se casó con Carmen Zayas Bazán, aunque estaba enamorado de María García Granados, fuente de inspiración en sus poemas.

En 1878 regresó a La Habana y tuvo un hijo con Carmen. Un año después fue deportado otra vez a España (1879). Hacia 1880 vivió en Nueva York y organizó la Guerra de Independencia de su país. Fue cónsul de Argentina, Uruguay y Paraguay en esa ciudad norteamericana; dio discursos, escribió artículos y versos, conspiró, fundó el Partido Revolucionario Cubano y redactó sus Bases. En 1895, al iniciarse la Guerra de Independencia, se fue a Cuba y murió en combate.

La idea de la prosa

Este libro es una sucesión de apuntes fugaces escritos en el monte cubano durante la Guerra de Independencia. Aquí se mezclan las reflexiones sobre el destino de una nación con las descripciones del paisaje, las comidas y los personajes que rodean a su autor. Aunque parezca extraño, a veces las oraciones yuxtaponen los elementos de un modo casi cinematográfico y confieren a la prosa de Martí un tono cercano al de los escritores de vanguardia de principios del siglo XX. En ocasiones recuerda incluso a los diarios que escribió Wittgenstein durante la Primera Guerra Mundial.

Un ejemplo de esto es la primera línea:

9.

Abril. Lola, jolongo, llorando en el balcón. Nos embarcamos.

Lo cívico y lo político

El diario refleja también algunas de las diferencias que marcarán la historia de los procesos políticos de Latinoamérica: la desconfianza de los hombres de acción hacia la actividad cívica, considerada una debilidad que solo bajo la tutela de los caudillos será útil:

(Máximo) Gómez dice: «Pues lo tienen a usted bueno con lo de presidente. Martí no será presidente mientras yo esté vivo»: y enseguida, «porque yo no sé qué le pasa a los presidentes, que en cuanto llegan ya se echan a perder, excepto Juárez, y eso un poco, y Washington». Bello, airado, se levanta, y da dos a tres trancos y el machete le baila a la cintura: «Eso será a la voluntad del pueblo»: y murmura: «Porque nosotros —me dijo otra vez, acodado a mi mesa con Pacheco— hemos venido a la revolución para ser hombres, y no para que nadie nos ofenda en la dignidad de hombre». En lluvias, jarros de café, y plática de Holguín y Jiguaní llega la noche. Por noticias de Masó esperamos. ¿Habrá ido a la concentración con Maceo? Miró a oscuras, roe en la púa una paloma rabiche. Mañana mudaremos de casa.

Un final escogido

Este diario termina con la muerte en combate de su autor y en su última página la ignorancia de esa muerte inminente adquiere una magnitud trágica:

Mi primera cama. P. y aviso. la primera jutía.

El trasfondo histórico del Diario de campaña es una guerra en la que Martí tiene poco que aportar como soldado y en la que participa para defender su posición como rector intelectual de la independencia de Cuba.

Diario