Mirín, el recolector de sueños
© del texto y las ilustraciones: María del Carmen López Rosa©
del diseño y corrección: Equipo BABIDI-BÚ
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BABIDI-BÚ libros S.L, 2018
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Producción del ebook: booqlab.com
Primera edición: Diciembre, 2018
ISBN: 978-84-18017-43-8
Depósito Legal: SE 1834-2018
Reservados todos los derechos
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Mirín vive en el mundo de los sueños. Su mundo es ese lugar dónde van a parar todas esas cosas que creamos mientras dormimos, a partir de todo lo que nos ocurre durante el día. Allí los sueños se archivan, se clasifican, se visualizan, se filtran y se devuelven de nuevo a la Tierra como pensamientos.
Mientras dormimos, cada sueño va formando una especie de globo súper ligero e invisible que se desprende automáticamente de nuestra cabeza, y sale volando hacia el Universo. Por eso, las personas casi nunca recuerdan lo que sueñan, excepto cuando se despiertan en medio de un sueño. Cuando esto ocurre, el globo explota y se disuelve, confundiéndose con los pensamientos.
Hay personas que escriben lo que recuerdan justo al despertar, y son capaces de transformar ellos mismos los sueños en ideas, tal y como hacen en el mundo de Mirín, pero es muy muy difícil.
En el mundo de Mirín, transforman el sueño de una persona y se lo mandan como pensamiento a otra distinta. Estos pensamientos generan ideas, y estas ideas, a veces, se convierten en inventos.
Una noche, un señor de China soñó que escribía y escribía sin cesar, y cuando intentaba leer lo que había escrito, no podía porque estaba todo en blanco.
Al día siguiente, a un señor en Inglaterra se le ocurrió frotar un caucho sobre lo que había escrito, y ¡resulta que inventó la goma de borrar!
Otra noche, una señora que trabajaba limpiando mansiones, soñó que su plumero volaba por toda la mansión y se comía el polvo de las estanterías, al día siguiente, un señor empezó a dibujar los primeros bocetos de lo que hoy conocemos como «aspiradora».
Mirín es el encargado de recolectar los sueños de los niños felices; es un trabajo que le encanta. Él también es pequeño, y los niños siempre sueñan las mejores cosas. Sus sueños preferidos son aquellos en los que aparecen animales. En el mundo de Mirín no hay animales, y a él le encantaría tener uno como los que tienen los niños de la Tierra.