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nombres: Villanueva Ulfgard, Rebecka, autor |
título: Cooperación internacional en las relaciones internacionales: teorías, debates, perspectivas / Rebecka Villanueva Ulfgard
descripción: Primera edición electrónica | Ciudad de México : Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 2019 | serie: Colección Universitarios
palabras clave: Cooperación internacional | Modelos teóricos | Relaciones internacionales | Teorías fundacionales | Teorías clásicas | Teorías alternativas | Teorías críticas | Escuelas de pensamiento | Realismo | Liberalismo | Constructivismo | Racionalismo | Modelos de enseñanza | Globalización | Siglo XX |
clasificación: DEWEY 327.101 VIL.c | LC JZ1324 V5

Imagen de portada: elaboración de Fabián Díaz con base en Biff Tenon, Vintage map of the world. Old paper background with Earth map. Seamless loop. ID de video en Stock: 8957632.

Primera edición electrónica, 2019

D. R. © 2019 Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
Calle Plaza Valentín Gómez Farías 12, San Juan Mixcoac,
03730, Ciudad de México.
Conozca nuestro catálogo en www.mora.edu.mx

ISBN de ePub: 978-607-8611-36-2

Hecho en México/Made in Mexico

Índice

Introducción

La cooperación internacional y su vinculación con la teorización de las relaciones internacionales: historia, desarrollo y aplicación

¿Por qué teorizar la cooperación internacional desde las relaciones internacionales?

Elementos esenciales para la construcción de teorías en las relaciones internacionales

Modelo de enseñanza de las relaciones internacionales

Organización del libro

Capítulo 1. Tradiciones del realismo

El beneficio propio antes que todo

Los conceptos clave en el realismo

Autores destacados del realismo

Los “padres” del realismo

Edward H. Carr

Hans J. Morgenthau

Otros autores destacados del realismo

La transición del realismo al neorrealismo

Los conceptos clave en el neorrealismo

Autores destacados del neorrealismo

El neorrealismo ofensivo: John J. Mearsheimer

El neorrealismo defensivo: Kenneth N. Waltz

Otros autores destacados del neorrealismo

Realismo, neorrealismo y cooperación internacional

La política exterior de Estados Unidos durante el mandato de Henry Kissinger: ejemplo del realismo político

El juego de ganancias relativas vs. ganancias absolutas en la cooperación internacional: ejemplo del neorrealismo de Joseph M. Grieco

Crítica hacia el realismo y el neorrealismo

Capítulo 2. Tradiciones del liberalismo

El mundo donde todos tienen cabida

Los conceptos clave en el liberalismo

Autores destacados del liberalismo

El liberalismo: Immanuel Kant

Otros autores destacados del liberalismo

La transición del liberalismo al institucionalismo neoliberal

Los conceptos clave en el institucionalismo neoliberal

Autores destacados del institucionalismo neoliberal

El institucionalismo neoliberal: Robert O. Keohane y Joseph Nye jr.

Otros autores destacados del institucionalismo neoliberal

Liberalismo, institucionalismo neoliberal y cooperación internacional

El pensamiento de Robert O. Keohane sobre la Unión Europea: Ejemplo del institucionalismo neoliberal

Crítica hacia el liberalismo e institucionalismo neoliberal

Resumen: El realismo y su oposición al idealismo/liberalismo

Capítulo 3. Constructivismo

No vemos el mundo como es, sino como nosotros somos

Los conceptos clave en el constructivismo

Autores destacados del constructivismo

Autores del constructivismo al nivel filosófico y metateórico

Friedrich Kratochwil

Stefano Guzzini

Alexander Wendt

Nicolas Onuf

John G. Ruggie

Autores del constructivismo “aplicado”

Ted Hopf

Thomas Risse et al

Christian Reus-Smit

Constructivismo y cooperación internacional

Estudiando la cooperación e integración de la Unión Europea: ejemplos desde el constructivismo social

Crítica hacia el constructivismo

Capítulo 4. Teorías críticas: Neomarxismo, posestructuralismo, poscolonialismo y feminismo

¿Qué critican las teorías críticas?

Neomarxismo

Los conceptos clave en el neomarxismo

Autores destacados del neomarxismo

Antonio Gramsci

Robert Cox

Immanuel Wallerstein

Neomarxismo y cooperación internacional

Posestructuralismo

Los conceptos clave en el posestructuralismo

Autores destacados del posestructuralismo

Michel Foucault

Richard Ashley

Michael Dillon

Lene Hansen

Posestructuralismo y cooperación internacional

Poscolonialismo

Conceptos clave en el poscolonialismo

Autores destacados del poscolonialismo

Algunas voces desde América Latina

Edward Said

Otras voces del poscolonialismo

Poscolonialismo y cooperación internacional

Feminismo

Conceptos clave en el feminismo

Autoras destacadas del feminismo

Jean Bethke Elshtain

Cynthia Enloe

Judith Ann Tickner

Feminismo y cooperación internacional

Crítica hacia las teorías críticas

Capítulo 5. Las nuevas modalidades de cooperación internacional en el contexto de la globalización: Retos y perspectivas

Nuevas modalidades de cooperación internacional

Cooperación Sur-Sur

Literatura sobre cooperación Sur-Sur

Cooperación triangular

Literatura sobre cooperación triangular

Cooperación descentralizada

Literatura sobre cooperación descentralizada

Cooperación no gubernamental y nuevas diplomacias

Literatura sobre cooperación no gubernamental y nuevas diplomacias

Entendiendo la globalización

Literatura sobre globalización

Linda Weiss

Ulrich Beck

David Held y Anthony McGrew

Globalización y el porvenir de la disciplina

Retos y prospectivas para la cooperación internacional en el mundo actual

Envoi

Lista de referencias

Sobre la autora

Abreviaturas y acrónimos

aaa Agenda de Acción de Accra
aaaa Agenda de Acción de Addis Abeba
abc Agencia Brasileña de Cooperación
agced Alianza Global para la Cooperación Eficaz para el Desarrollo
Agcid Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo
Alba Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
Amexcid Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo
apc-Colombia Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia
apci Agencia Peruana de Cooperación Internacional
asean Association of Southeast Asian Nations (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático)
bapa +40 Conferencia de Alto Nivel sobre Cooperación Sur-Sur de la Organización de las Naciones Unidas
bapa Plan de Acción de Buenos Aires para Promover e Implementar la Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo
bm Banco Mundial
brics Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica
cad-ocde Comité de Ayuda para el Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
ceca Comunidad Europea del Carbón y del Acero
cepal Comisión Económica para América Latina y el Caribe
cglu Ciudades y Gobiernos Locales Unidos
cia Agencia Central de Inteligencia
Ecosoc Consejo Económico y Social de la onu
fmi Fondo Monetario Internacional
G77 wp-eff Working Parties on Aid Effectiveness (Foros de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda)
gatt Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
hlpf High Level Political Forum (Panel de Alto Nivel)
isa International Studies Association
lgbtq Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Queer
mad Mutual Assured Destruction (Destrucción Mutua Asegurada)
mikta México, Indonesia, Corea del Sur, Turquía y Australia
Mercosur Mercado Común del Sur
nepad Nueva Alianza para el Desarrollo de África
ocde Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
omc Organización Mundial del Comercio
ong Organización no Gubernamental
onu Organización de las Naciones Unidas
oea Organización de Estados Americanos
oms Organización Mundial de la Salud
otan Organización del Tratado del Atlántico Norte
osc Organizaciones de la Sociedad Civil
pnud Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
tic Tecnologías de Información y Comunicación
tnpn Tratado de No Proliferación Nuclear
tee Tratado sobre el Espacio Exterior
ua Unión Africana
ue Unión Europea
Unasur Unión de Naciones Suramericanas
unesco Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
URSS Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

Introducción*

La cooperación internacional y su vinculación con la teorización de las relaciones internacionales: historia, desarrollo y aplicación

¿Por qué teorizar la cooperación internacional desde la disciplina de las relaciones internacionales?, ¿qué función tienen las teorías? y ¿cómo un estudiante puede utilizar las teorías para enriquecer sus investigaciones acerca de la cooperación internacional actual?

Situada en el contexto de la celebración de los 100 años del nacimiento de la cooperación internacional en Aberystwyth, Gales, el propósito de esta obra es contribuir al entendimiento de esta disciplina y su relación con la teorización en relaciones internacionales, brindando una perspectiva integral de los elementos que propician la generación y evolución del conocimiento en el campo para fortalecerlo y posicionarlo como una herramienta útil para el estudio y comprensión de este tema fundamental en la política internacional.

En esta obra se describe la evolución de la cooperación internacional partiendo del periodo comprendido entre las dos guerras mundiales hasta la actualidad de la globalización. Se presentan modalidades de cooperación internacional cuyos alcances son cada vez mayores –cooperación Sur-Sur, cooperación triangular, cooperación descentralizada, aunadas a la cooperación no gubernamental y las nuevas diplomacias–. En este contexto, las implicaciones sobre las vidas de millones de personas son mayúsculas; de ahí la importancia de analizar los alcances y desafíos de la cooperación internacional en sus diferentes vertientes a nivel teórico. Efectivamente, la voluntad y consenso de los actores involucrados en la cooperación internacional no es algo espontáneo, sino un entramado de relaciones de poder, intereses y preferencias, normas, reglas, e identidades; conceptos centrales para las relaciones internacionales. Con el fin de hallar razones más detalladas por las que es importante teorizar la cooperación internacional desde esta disciplina, se proporcionarán los conceptos emblemáticos de las corrientes teóricas contrastándolas con las tipologías de la cooperación internacional, partiendo del hecho de que la ayuda de un país donante hacia un país receptor puede variar tanto en temas, temporalidad y en los actores involucrados.

La marcada interdependencia de las relaciones internacionales en la actualidad, sean económicas, políticas, culturales, sociales, o la combinación de todas ellas, resulta en la imposibilidad de que un Estado pueda sobrevivir en el ostracismo. Cada miembro de la comunidad internacional exige que los vínculos sean cada vez más estrechos y que consideren a una creciente diversidad de actores no tradicionales, tales como organizaciones no gubernamentales, empresas transnacionales o individuos como parte importante de los procesos de negociación y la toma de decisiones en materia de cooperación internacional. Este escenario dicta tipologías de cooperación internacional, que, si bien resulta útil para la pedagogía, puede ser maleable en la práctica. Las modalidades de la cooperación internacional pueden dividirse como sigue:

a) Por elementos espaciales: global y regional (cooperación Sur-Sur, cooperación triangular);
b) Por la cantidad de actores involucrados: cooperación bilateral o multilateral;
c) Por órdenes de cooperación: cooperación descentralizada, no gubernamental, inter institucional, y
d) Por competencia de cooperación: sean exclusivas, ampliadas; cooperación técnica, alimentaria, financiera, humanitaria, etcétera.

Es un orden que obedece en gran medida a las necesidades propias del sistema económico dominante, el cual requiere que la apertura comercial y el flujo de materias primas sea constante. Asimismo, la movilidad de mercancías, capitales y trabajadores resulta indispensable para poder maximizar su funcionamiento, y esto a su vez ha requerido de una restructuración del sistema para construir los puentes políticos, jurídicos y económicos adecuados que propicien tales vinculaciones.

¿Qué debe entonces entenderse por “cooperación internacional”? En un sentido lato, puede comprenderse que cooperar significa el desarrollo de estrategias conjuntas entre diversos actores involucrados para afrontar un problema común o alcanzar propósitos cuya consecución sería más complicada si se emprendiera en solitario. Es decir, cooperar implica no solamente la convergencia de actores con problemáticas en común, sino que un grupo de actores adopten una táctica colectiva para cumplir con su respectiva función, sujetándose a cánones y lineamientos acatados y reconocidos por todos ellos; de manera que el objetivo de la cooperación sea alcanzar el mismo propósito en condiciones que sean favorables para los participantes. No basta con que los implicados aborden un mismo problema, sino que lo hagan con una misma estrategia, de lo contrario, existiría la posibilidad de que se obstaculizaran mutuamente. Si todos la siguen de acuerdo con sus capacidades y en función de los postulados preestablecidos, el resultado será óptimo.

Tomando en cuenta lo anterior, y con el propósito de demostrar cómo la cooperación internacional se ha convertido en una cuestión cardinal dentro del sistema mundial actual que abarca prácticamente todos los aspectos de la sociedad, el cuadro 1 ejemplificará algunos de los tipos de cooperación que existen, incluyendo en cada uno algún caso de organismo o institución encargada de trabajar en el respectivo rubro.

Cabe señalar que ejemplos de la cooperación internacional, manifestada en acuerdos multilaterales o la cooperación bilateral, se presentan sobre todo en los primeros tres capítulos que abordan tradiciones del realismo, del liberalismo y del constructivismo, respectivamente, mientras que nuevas modalidades como cooperación Sur-Sur, cooperación triangular, cooperación descentralizada, cooperación no gubernamental, y diplomacias no tradicionales, figuran en el último capítulo. Finalmente, no está de más señalar que la cooperación puede aplicarse a una gran variedad de ámbitos como la economía, el medioambiente, la cultura, educación, equidad de género, etcétera. Por supuesto, esta selección será discrecional, puesto que la cantidad de tópicos en los que la cooperación internacional está presente es muy grande y sobrepasa las intenciones de este apartado.

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La cooperación internacional no puede ser concebida sin su relación estrecha con el derecho internacional, puesto que, al tratarse de una actividad transfronteriza, es evidente que no puede escapar a la regulación de la normatividad jurídica. Ante esta realidad, cada tipo de cooperación se encuentra enmarcada por una legislación que regula la participación de los miembros y establece criterios de actuación, así como responsabilidades y derechos.

Cuando la cooperación emana de organismos internacionales, es común que estos cuenten con un acta constitutiva que contenga tanto los parámetros que avalarán los procedimientos de los miembros, como los propósitos del organismo. En ese sentido, vale la pena presentar una tipología de organismos internacionales que se basa justamente en las características de la cooperación entre los miembros. Este método ha sido propuesto por Juan Carlos Velázquez Elizarrarás (2011, p. 46):

1) Organizaciones basadas en la extensión de la cooperación: aquí puede hacerse una división en dos subcategorías: las organizaciones de carácter universal y las de carácter limitado. Las primeras son aquellas que abarcan a todos los miembros de la comunidad internacional y persiguen el objetivo de solucionar los problemas, justamente, de alcance global. Por supuesto, el único caso vigente de esta estructura es la Organización de las Naciones Unidas (onu). Por su parte, las de alcance limitado son aquellas cuya membresía se encuentra supeditada a condiciones impuestas por la naturaleza de la organización, como la proximidad geográfica y, por tanto, busca solamente la solución de los problemas que atañen a la región. Aquí pueden citarse como ejemplos a las organizaciones continentales como la Organización de los Estados Americanos (oea) o la Unión Europea (ue). Así, esta categoría se fundamenta en el alcance de los objetivos que persigue.
2) Organizaciones basadas en el rango cubierto por la cooperación: se refiere al tipo de ámbitos de la cooperación que persigue el organismo, es decir, si se trata de una organización de tipo económico, cultural, militar, de comunicaciones, etcétera. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (oms) se limita a este rubro, mientras que la onu hace lo propio para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco). Asimismo, existen organizaciones de un rango general –como la onu o las regionales– que buscan abarcar todos los ámbitos que afectan a sus miembros, mientras que otras como la propia unesco son de rango especializado.
3) Organizaciones basadas en los medios utilizados para la realización de acciones: aquí se hace una subdivisión entre organizaciones normativas y operativas. Las primeras son aquellas que tienen la intención de prevenir o terminar conflictos, mientras que las segundas toman la iniciativa y pretenden modificar o crear alguna situación particular de interés como puede ser la organización o regulación del comercio internacional. Esta categoría se basa en la metodología de acción del organismo, que incluye la adquisición y manejo de los recursos.

Existen muchas tipologías de organismos internacionales, pero dado que no es el propósito de esta obra profundizar en ello, bastará con la que aquí se ha presentado.

Ahora bien, la cooperación internacional requiere de todo un estudio de los procesos y elementos que se presentan en un contexto dado para que pueda ocurrir, pues de ninguna manera es un fenómeno espontáneo o que se dé mediante la improvisación de los involucrados. Por tanto, abordar este fenómeno con herramientas analíticas, provenientes de teorías sobre las relaciones internacionales, es un ejercicio importante y gratificante en el sentido que nos permite enterarnos de dimensiones o mecanismos, por ejemplo, que distinguen la cooperación internacional de otras actividades de los Estados, instituciones o los seres humanos. Sin embargo, como ocurre en la mayoría de las ciencias sociales al abordar un objeto de estudio, no existe una teoría única de las relaciones internacionales sobre la cooperación internacional, por el contrario, la concepción que se tiene de estas ha ido mutando a lo largo del tiempo de acuerdo con las distintas condiciones del escenario mundial, los intereses de los entes hegemónicos y el surgimiento y participación de nuevos actores.

Ante estas condiciones, y con el interés de comprender a cabalidad la naturaleza y acción de la cooperación internacional, es necesario vincularla con la teorización en relaciones internacionales, puesto que la manera en que los actores relevantes conciben al mundo y a sus relaciones recíprocas influirá en el modo en el que cooperarán. Por tanto, a lo largo de esta obra se mantendrá una conexión entre cooperación internacional y teorías de las relaciones internacionales para poder reconocer y comprender que el desarrollo de una se da en función de la otra, y así contar con un fundamento ontológico que facilite el entendimiento de la dinámica mundial pasada y presente, y en la medida de lo posible, proyectar escenarios que contribuyan a la toma de decisiones.

Pero antes de entrar de lleno al estudio de esa conexión, es importante establecer que la teorización de la cooperación internacional desde las relaciones internacionales fortalece a la disciplina y la provee del sustento epistemológico que la distingue de otras ciencias sociales. Por tanto, le permite abordar fenómenos como la propia cooperación internacional desde una perspectiva integral que favorece su comprensión, y así mismo entrar de lleno al estudio de esa conexión.

¿Por qué teorizar la cooperación internacional desde las relaciones internacionales?

Una respuesta simple argumenta que, si no se presta atención a la teoría, es probable que la cooperación internacional sea abordada mediante una mera descripción de corte anecdótico en lugar de realizar un análisis más profundo basado en un marco teórico-analítico fundamentado. Además, sin el esfuerzo de teorizar o emplear herramientas analíticas de una teoría, el resultado es más bien tendencioso, pintado de las opiniones del autor. Sin embargo, un internacionalista de formación no debe satisfacerse con solo opiniones, descripciones o contando historias (story-telling), sino buscando ubicar el evento, situación o una relación en la cooperación internacional en su contexto apropiado para posteriormente desmenuzar esta mediante teorías. Así, la teorización y el uso de conceptos clave sirven como guía de investigación; es decir, sus elementos se convierten en una excelente herramienta para profundizar la comprensión, desafiar prejuicios, e identificar posibles necesidades y vías de acción para resolver problemas específicos en el ámbito de la cooperación internacional.

Ahora bien, es necesario comprender que las teorías que conforman la disciplina son producto de acontecimientos en el pasado; es decir, la evolución de la disciplina se dio gracias a eventos muchas veces paralelos en la política internacional, así, las teorías son moldeadas por hechos históricos. A lo largo de este libro, el lector encontrará varios ejemplos de esta dinámica que sigue estando presente en la disciplina que, como ya es bien sabido, nunca deja de desarrollarse, de evolucionar y de transformarse.

Ciertamente, hay una abundancia de literatura acerca de la teorización de la cooperación internacional, así como de introducción a las teorías de las relaciones internacionales para los estudiantes de licenciatura.1 En el último caso, algunos se han convertido en clásicos, como el libro de John Baylis, Steve Smith y Patricia Owens (eds.), The globalization of world politics. An introduction to international relations (2016), que se encuentra actualmente en su séptima edición. Algunos han puesto mayor énfasis en las teorías pospositivistas de las relaciones internacionales, como Knud Erik Jorgensen, en International relations theory: A new introduction (2010), o teorías críticas tales como las de Jenny Edkins y Maja Zehfuss (eds.), en Global politics: A new introduction (2a. ed.) (2013).

En contraste, hay pocos intentos de teorización de la cooperación internacional dentro de la disciplina desde una perspectiva latinoamericana; la mayor parte de estos provienen de los esfuerzos realizados para invitar a estudiantes para vincular la teorización de la cooperación internacional a su propia realidad económica, política y social, ya sea dentro del ámbito local y/o regional. Estas iniciativas fungen como contrapeso a la dominación anglosajona de las relaciones internacionales presente desde la segunda guerra mundial. Una propuesta innovadora lanzaron Thomas Legler, Arturo Santa-Cruz y Laura Zamudio (eds.), en Introducción a las relaciones internacionales: América Latina y la política global (2013). En esta obra, los autores de América Latina brindan al lector ejemplos empíricos y escenarios de procesos sociales y políticos en la región, ilustrando la relevancia de las teorías que han nacido desde la perspectiva de la región y que nutren la disciplina. También se puede mencionar la obra de Alejandro Anaya Muñoz, Los derechos humanos en y desde las relaciones internacionales (2014), que cuenta con explicaciones pedagógicas en torno a la relación compleja entre derechos humanos y la política internacional durante el siglo pasado y al principio de este.

También es importante mencionar brevemente la relación entre las teorías de las relaciones internacionales y otras disciplinas de las humanidades y ciencias sociales. Para ello, se puede partir de la pregunta base: ¿Cuál es la relación entre las teorías de las relaciones internacionales y las teorías sobre el desarrollo, la sociedad, la democracia, el individuo, y así sucesivamente, que se encuentran en las disciplinas de la antropología, la sociología, la psicología, la filosofía, la economía y el derecho?

Las teorías de las relaciones internacionales son generalmente estatocéntricas, mientras que las teorías de otras disciplinas sociales (sociología, antropología, entre otras) pueden poner a la sociedad civil, a las personas o las redes, o al sistema como principal unidad de su análisis. Sin embargo, sobre todo durante el “tercer debate” llevado a cabo desde mediados de 1980 y a lo largo de la década de 1990,2 hubo una mayor apertura hacia otras disciplinas; por ejemplo, el constructivismo, que tiene sus orígenes en la filosofía y la sociología, y que utiliza elementos de psicología social, ha sido aplicado para entender diversos procesos sociales que tienen relevancia en el ámbito internacional en disímiles momentos de la historia.

De esta forma se entiende la importancia de atender las teorías de las relaciones internacionales para el sustento de las investigaciones que se desarrollen en los campos del conocimiento de la disciplina; pero, al mismo tiempo, es necesario que se construyan procesos de teorización que generen nuevos debates, grupos de investigación y nuevas posibilidades de crear conocimiento. Este es el principal reto de la disciplina; seguir contando con un entramado teórico sólido, pero también responder al ritmo vertiginoso de cambio de la teorización y la aparición de nuevos procesos en la cooperación internacional hasta antes desconocidos y determinados por el tiempo, la evolución de las relaciones sociales y la aparición de nuevos enfoques y métodos para entenderla.

Ahora bien, en el debate sobre “¿qué es la teoría?”, no hay una respuesta clara. De hecho, se puede argumentar que el término “teoría” no se limita a su formulación “científica” o “positivista”. Existen teorías explicativas que se derivan de una metodología positivista y representan sólo un tipo de teoría sobre las relaciones internacionales. Derivado de lo anterior, son, por ende, una perspectiva determinada de entender un fenómeno, o una parte de él, existiendo otros puntos de vista o enfoques. Así, al estudiar y entender la realidad, es muy común hacer la distinción fundacional/antifundacional, lo que permite cuestionar si nuestras creencias sobre el mundo pueden ser probadas o evaluadas en contra de procedimientos neutrales u objetivos. Esto genera un debate muy antiguo entre el saber basado en las creencias o supuestos sobre la realidad y el saber generado a través de métodos específicos para la creación de conocimientos.

Finalmente, existen varias “avenidas de la teorización” que están a disposición del investigador, tales como: teorías explicativas (realismo y liberalismo), teorías normativas o prescriptivas (como algunas teorías críticas), y teorías interpretativas (escuela inglesa y sociedad internacional).

Elementos esenciales para la construcción de teorías en las relaciones internacionales

Una vez que se ha hablado de la importancia de la teorización en las relaciones internacionales, es de gran utilidad ahora analizar las cuestiones referidas a la manera en que estas teorías se construyen, ya que ello brindará los elementos necesarios para que los estudiosos puedan asimilar los principios axiomáticos de cada teoría, a la vez que les permitirá contribuir a la producción de conocimiento en la disciplina. En ese sentido, la autora propone una pedagogía de las relaciones internacionales fundamentada en su experiencia en la docencia en este campo, lo cual es una herramienta valiosa para la aprehensión didáctica de los contenidos indispensables del mismo, puesto que la secuencia de estudio que propone facilita su enseñanza y aprendizaje. Así, cada teoría cuenta con diversos elementos esenciales que determinan las estructuras explicativas que el investigador utiliza para exponer la realidad (véase la figura 1).

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Estos elementos constituyen la estructura básica de una teoría, su génesis se encuentra en los supuestos y afirmaciones o proposiciones acerca de lo que constituye el mundo, y pueden ser entendidos a través de la ontología (lo que constituye el mundo) y la epistemología (cómo obtener conocimiento sobre el mundo) de la teoría.

Ahora bien, en el estudio de las relaciones internacionales, los niveles de análisis son distintos y son enmarcados dentro de cada enfoque y teoría. Por ejemplo, Kenneth N. Waltz (1924-2013), defensor del neorrealismo, desarrolló su pensamiento en torno a la idea de analizar diferentes niveles de sistema, lo que marcó a muchos internacionalistas durante los años 1980 y 1990 como los defensores del institucionalismo neoliberal (por ejemplo, Robert O. Keohane (1941- ) y Joseph Nye Jr. (1937- ).

Otro nivel de análisis es el que se da a partir de la unidad del Estado, en este se puede ubicar al realismo clásico y al idealismo/liberalismo. Por su parte, el constructivismo se centra tanto en las identidades individuales como en las estatales. Finalmente, los enfoques críticos de las relaciones internacionales parten de los análisis en el nivel individual y tienen como enfoque la experiencia subjetiva.

Ahora bien, además del nivel de análisis, la tipología de las teorías es un factor para considerar. Al respecto, se pueden distinguir teorías de primer y segundo orden. Las primeras son “teorías sustantivas” que se pueden utilizar no sólo para metateorizar sino también para estudios empíricos; entre estas se pueden citar a los “clásicos”, tales como el realismo, el idealismo/liberalismo y el constructivismo, las cuales se ocupan de cuestiones epistemológicas y ontológicas. Las teorías de segundo orden se ocupan de la aplicación de conocimientos y se encuentran orientadas a la “práctica”. Por ejemplo, en el ámbito de las relaciones internacionales se enfocan el análisis de la política exterior y el análisis de redes de políticas públicas.

Modelo de enseñanza de las relaciones internacionales

A continuación se presenta una tabla en la que se describe la propuesta pedagógica y metodológica de la autora para la enseñanza de las relaciones internacionales, elaborada de una manera secuencial que propicie no solamente el aprendizaje de los puntos clave sobre la evolución de las relaciones internacionales como disciplina, sino también la construcción de conocimiento (véase cuadro 2).

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También se puede hablar en términos de puntos principales o líneas divisorias de las cuales los investigadores de la disciplina de las relaciones internacionales tomaron diversas posiciones (Burchill y Linklater, 2005, pp. 1-6). Estos son:

a) ¿En qué debe centrarse el investigador en la política internacional y en qué medida debe tener el estudio del área de investigación? ¿Debe el centro de gravedad del análisis ser con el sistema, Estados o individuos?
b) ¿Cuál es el propósito de examinar las relaciones internacionales?
c) ¿Qué metodología debe aplicar el investigador en el estudio de su área de investigación?
d) ¿Cuáles deben ser las investigaciones de las relaciones internacionales? ¿Es una cuestión totalmente desconectada de la teoría política y de la sociología, por ejemplo, o es la investigación llevada a cabo dentro de esta disciplina diseñada en un diálogo constante con otras disciplinas académicas?

Organización del libro

Este texto presentará, en cada capítulo, una descripción de teorías que la autora considera son las de mayor relevancia para las relaciones internacionales,3 de manera que pretende crear conciencia sobre las diferentes visiones del mundo y de la disciplina, y la relación que guarda cada una con la cooperación internacional. Esta descripción propiciará el entendimiento de la evolución de las relaciones internacionales hasta llegar al contexto actual de la globalización, en el que la cooperación internacional es, como ya se dijo antes, una cuestión fundamental del sistema. En cada caso se describirá cuáles son los componentes más distintivos de cada una de las teorías seleccionadas, buscando responder a los elementos que Jorgensen ha identificado como “piezas clave” (building blocks) para teorías. Se mencionará a personalidades clave para el desarrollo de la teoría en cuestión, o más bien, las diferentes perspectivas que se encuentran agrupadas dentro de una teoría principal (o ideas rectoras de una familia de teorías). Asimismo se citará algún ejemplo histórico que sirva para ilustrar cómo puede ser explicado por la teoría en cuestión de acuerdo con sus preceptos.

La selección de las teorías que serán analizadas, así como su periodicidad obedece a intereses netamente pedagógicos, puesto que el hecho de que eventualmente hayan surgido diferentes concepciones de la realidad internacional en función de los contextos e intereses de las escuelas dominantes (principalmente Estados Unidos y Europa), no significa que los respectivos modelos teóricos de cada época hayan sido desechados por completo, sino que persisten de una u otra manera en el pensamiento y visión de los diferentes autores. Asimismo, las teorías que serán analizadas no son las únicas existentes, sino que para los fines de la obra se han seleccionado aquellas que la autora considera han sido más representativas en su momento y contribuyen a los propósitos de iluminar sobre la relación de estas teorías y la cooperación internacional.

Cabe mencionar que hay perspectivas teóricas que no serán abordadas en esta obra, como política económica internacional o teorías sobre diversas diplomacias, gobernanza global o regímenes. Ciertamente, todos estos enfoques analíticos ameritan presentaciones exhaustivas debido que constituyen campos importantes de investigación tanto en el mundo de habla hispana como en el mundo anglosajón. Sin embargo, sus enfoques no concuerdan con los objetivos didácticos de esta obra, que se sitúa justamente en la disciplina de las relaciones internacionales a partir de las cuatro vertientes principales: realismo, liberalismo, constructivismo y teorías críticas.

No debe dejarse de lado que el andar de las relaciones internacionales a través de estas cuatro vertientes principales de pensamiento se encuentra condicionado por el desarrollo del sistema internacional que muchas veces obedece a las necesidades de las potencias hegemónicas de instaurar una u otra visión de las relaciones entre los Estados para alcanzar fines particulares. Es decir, el tránsito de una concepción del mundo a otra por medio del enfrentamiento entre los diferentes paradigmas, así como la evolución de los mismos para adaptarse a las nuevas realidades, no ha sido un proceso espontáneo, sino que es el resultado de una serie de condiciones emanadas tanto del propio sistema (por ejemplo la aparición de nuevos actores, cambios en la escena política, nuevas tecnologías de información y comunicación o flujos económicos y comerciales) como de las escuelas de pensamiento que, a veces, entran en disputas sobre asuntos de ontología, epistemología, y metodología de la investigación.

Finalmente, es igual de importante aclarar que las teorías que se abordarán en esta obra, además de los ejemplos que se emplearán para ilustrarlas, serán analizadas desde una perspectiva de idealidad; es decir, se considerará que tanto los postulados de cada uno como los respectivos fenómenos demostrativos son “puros” en el sentido de que no reciben la influencia de elementos externos y se ajustan muy bien a la teoría, esto con el objetivo de facilitar el entendimiento de la teoría en cuestión.

De esta manera, el primer capítulo abarcará lo referente a una de las teorías y modelos de concepción del mundo más trascendentes no solamente para las relaciones internacionales, sino también para la política, la historia y el derecho; se trata del realismo. En el contexto histórico, una vez que la Liga de las Naciones (1923) fracasó, el fascismo surgió en Europa, Hitler llegó al poder en Alemania en 1933 y mediante su política expansionista provocó una serie de eventos que desencadenaron la segunda guerra mundial el 1 de septiembre de 1939.

En el plano teórico, desde el periodo de entreguerras se vivieron crecientes tensiones entre utopismo/idealismo/liberalismo y el realismo respecto a la política internacional, las cuales fueron motivadas por el fracaso de los principios del idealismo manifestados en la inoperante Liga de las Naciones, y se acrecentaron por el conocido desenlace de la segunda guerra mundial, que llevó, no sin razón, a cuestionar si los valores promovidos por el expresidente Thomas Woodrow Wilson después de la primera guerra mundial (la famosa “Lista de 14 puntos para la paz”) explicaban verdaderamente el desenvolvimiento de las relaciones internacionales y si realmente el progreso era posible o más bien era necesario tomar posturas más rígidas en cuanto a la seguridad y el poder. Así, entre los protagonistas del realismo figuran Hans J. Morgenthau (1904-1980) y Edward H. Carr (1892-1982). Carr (1946) constató:

La antítesis de la utopía y la realidad puede, en algunos aspectos, identificarse con la antítesis del libre albedrío y el determinismo. El utópico es necesariamente un voluntarista, él cree en la posibilidad de rechazar más o menos radicalmente la realidad, y la sustitución de su utopía para él por un acto de voluntad. El realista analiza un curso predeterminado de desarrollo que él no tiene poder para cambiar. El utópico fija sus ojos en el futuro, piensa en términos de espontaneidad creativa, el realista, enraizada en el pasado, en cuanto a la causalidad (p. 223).

Ahora bien, posterior a la segunda guerra mundial se instauró un sistema institucional a escala global mediante las organizaciones internacionales. En julio de 1944 se llevó a cabo la Conferencia Monetaria y Financiera de la onu en el complejo hotelero de Bretton Woods, en Nueva Hampshire, Estados Unidos, a partir de la cual se crearon el Banco Mundial (bm) y el Fondo Monetario Internacional (fmi). Posteriormente, en 1945 se fundó la onu y se adoptó la Carta de Derechos Humanos. En el marco del comercio internacional se creó, en 1947, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (gatt, por sus siglas en inglés), antecedente de la actual Organización Mundial del Comercio (omc). Por su parte, en el ámbito de la seguridad internacional se estableció la Organización del Tratado del Atlántico Norte (otan), en 1949.

En otro escenario, el orden global después de la segunda guerra mundial se caracterizó por el surgimiento del conflicto este-oeste, es decir, del surgimiento del conflicto entre un bloque occidental (Estados Unidos y Europa) y un bloque del Este (urrs y sus Estados satélite). Durante este conflicto entre polos antagónicos, aparecieron distintos enfoques y doctrinas para hacer prevalecer los intereses de uno y otro. Al respecto, se puede citar la Doctrina Truman (1947) y el Plan Marshall (1948) para contener la influencia comunista en la Europa occidental. Asimismo, se presenta el proceso de descolonización con la Conferencia de Bandung, en 1955, que dio origen al G77 y el ascenso teórico del “tercer mundo”.

De esta forma, en la década comprendida entre 1950 y 1960, los estudios de política internacional y los métodos científicos de realismo estaban siendo confrontados; ante esto se desarrolló un enfoque en la toma de decisión individual, la racionalidad de las acciones y las decisiones (véase por ejemplo Graham Allison, Essence of decision: Explaining the cuban missile crisis, 1971). Así, se instauró un creciente interés en la economía neoclásica, la psicología y la ingeniería de sistemas; junto con la teoría liberal, dio lugar a la llegada del behaviorismo/conductismo a las relaciones internacionales, y a otras maneras de abordar la cooperación internacional. Estas condiciones condujeron a una confrontación entre el enfoque tradicionalista y el enfoque científico, o behaviorismo/conductismo. El principal exponente del enfoque tradicionalista fue Hedley Bull (1932-1985) con su texto International theory: The case for a classical approach (1966). Para este enfoque es necesario que las proposiciones de las relaciones internacionales deriven de un proceso de percepción e intuición, a través de herramientas obtenidas de la historia y la filosofía. Tanto Bull como Morgenthau toman nota de los acontecimientos históricos para aclarar sus ideas sobre las relaciones internacionales. Del mismo modo, recurren a la teoría política para resaltar lo que es la política internacional. Bull fue uno de los actores del llamado segundo debate de los años sesenta que tuvo lugar entre Morton Kaplan (1921-2017), conductista y proponente de la teoría de sistemas de la Universidad de Chicago, y Bull, que llegó a ser incluido en la Escuela Inglesa (English School, que también se conoce bajo el nombre de la Sociedad Internacional, International Society). Kaplan abogó por una metodología conductista en la que el investigador está principalmente interesado en el comportamiento político observable y trabaja para trazar un límite más preciso entre los supuestos científicos y normativos. En este punto, Bull fue llamado “tradicionalista” cuando destacó las percepciones normativas como un principio guía para el análisis. Bull también estrenó fuentes históricas vinculadas a una tradición de investigación más filosófica que los conductistas más metodológicos y positivistas.

Los tradicionalistas consideran que restringirse a estrictos estándares de verificación no permite un avance de la disciplina, critican al método científico y señalan la complejidad del manejo de múltiples variables y el riesgo de caer en la generalización. Por su parte, el enfoque científico es defendido por J. David Singer (1925-2009) a través de su ensayo “The Incomplete Theorist: Insight Without Evidence” (1969), en el cual defiende que este enfoque permite la adquisición del conocimiento por medio de la comparación de resultados y del método científico. Este enfoque tiene raíces positivistas, ya que se buscó perfeccionar los métodos científicos de investigación para superar los defectos del enfoque historicista e interpretativo de las teorías fundacionales de las relaciones internacionales.

A pesar de este desafío por parte de los autores de corte científico, las teorías clásicas continuaron siendo muy relevantes para el estudio de los fenómenos sociales. Además del realismo, el liberalismo mantuvo su presencia relevante entre los estudiosos del campo, por lo cual sus postulados, evolución e importancia serán analizados en el capítulo 2. Cabe recalcar que este paradigma ha sufrido varias transformaciones a lo largo de las décadas, en función de las transformaciones propias del sistema internacional, y así, desde el idealismo clásico, que se remonta al pensamiento de Immanuel Kant (1724-1804) y hasta la concepción de transnacionalismo e interdependencia compleja propuestas por Robert O. Keohane (1941- ) y Joseph Nye Jr. (1937- ) primero, y después el institucionalismo neoliberal, también de Keohane, que explica la trascendencia de las instituciones como factores que propician la modificación de conductas en los Estados. Así, en el segundo capítulo se profundiza sobre cómo el liberalismo ha podido posicionarse como un modelo de interpretación, que ha conservado parte de esencia ontológica hasta ahora, bastante socorrido por los estudiosos.

En el tercer capítulo se abordará un paradigma que en realidad no es específico de las relaciones internacionales, sino una tradición de estudio que comenzó desde la década de 1960 y cuyo arranque fue el libro de los sociólogos alemanes Peter L. Berger (1929-2017) y Thomas Luckmann (1927-2016) titulado The social construction of reality (1966), que posteriormente inspiró a otras disciplinas en las ciencias sociales, incluyendo, por supuesto, las relaciones internacionales. Esta corriente de pensamiento es el constructivismo, que en su momento se posicionó como un puente entre el racionalismo resultante del acercamiento entre el neoliberalismo y el neorrealismo, y el reflectivismo, que recoge a las llamadas “teorías alternativas” como el posmodernismo y otras de carácter crítico y reflexivo hacia los modelos clásicos y neoclásicos (Barbé, 2011).