Neurociencia y cine
Neurociencia y cine
Resumen
Esta obra es un aporte a la enseñanza de la neurociencia. Como bien dice uno de los autores, sería recomendable crear en las diferentes universidades cineforos en los que, de una manera amena pero crítica se pueda complementar lo que se aprende en las asignaturas formales. Nuestra misión pedagógica parte, justamente, de uno de los legados recientes de la neurociencia a la educación: cuando se aprende con placer, se aprende mejor. Y qué mejor que el séptimo arte para introducir debate y generar pensamiento crítico respecto a temas tan complejos como aquellos que se expresan a través de los problemas neurológicos y mentales.
Los autores hacen un análisis crítico de algunas películas sobre la base de las patologías que están mostrando. No se trata de una enciclopedia de todas las películas que, en mayor o menor grado, tratan aspectos relacionados con las neurociencias, sino una muestra de la interpretación que cada autor de capítulo hace respecto a la forma como la enfermedad o el tema es mostrado en la película.
Palabras clave: Neurociencia, pedagogía y didácticas de la enseñanza, cine.
Neuroscience and cinema
Abstract
This work is a contribution to neuroscience teaching. As one of the authors states, it would be advisable to create cineforums in different universities, in order to complement, in a pleasant but critical way, what is learned in formal classes. Our pedagogical mission takes as a starting point, precisely, one of the recent lessons of neuroscience to education: when you learn with pleasure, you learn better. And what better than the seventh art to introduce debate and to generate critical thinking about issues as complex as those expressed through neurological and mental problems.
The authors present a critical analysis of movies based on the pathologies exposed in them. It is not an encyclopedia of all the movies that, to a greater or lesser degree, deal with aspects related to neurosciences, but a sample of interpretations made by chapter authors of the way a disease or a topic is represented in the movie.
Keywords: Neuroscience, pedagogy and didactics of teaching, cinema.
Citación sugerida / Suggested citation Vélez van Meerbeke A, editor. Neurociencia y cine. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario; 2019. DOI: doi.org/10.12804/tm9789587842388 |
Neurociencia y cine
ALBERTO VÉLEZ VAN MEERBEKE
—Editor académico—
Neurociencia y cine / Alberto Vélez van Meerbeke, editor académico. – Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2019.
xii, 212 páginas.
Incluye referencias bibliográficas.
1. Neurociencias. 2. Enfermedades del sistema nervioso – cine. 3. Cine en medicina. 4. Neurología – industria cinematográfica. I. Universidad del Rosario. II. Título.
616.8 SCDD 20
Catalogación en la fuente -- Universidad del Rosario. CRAI
SANN Abril 8 de 2019
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Primera edición: Bogotá D. C., junio de 2019
ISBN: 978-958-784-237-1 (impreso)
ISBN: 978-958-784-238-8 (ePub)
ISBN: 978-958-784-239-5 (pdf)
DOI: doi.org/10.12804/tm9789587842388
Coordinación editorial: Editorial Universidad del Rosario
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El contenido de este libro fue sometido al proceso de evaluación de pares, para garantizar los altos estándares académicos. Para conocer las políticas completas visitar: editorial.urosario.edu.co
Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo por escrito de la Editorial Universidad del Rosario.
Prólogo
Alberto Velez van Meerbeke
La neurología vista desde la lente del cine
Luis Casasbuenas Duarte
Aspectos bioéticos y jurídicos del cuidado de pacientes con enfermedades neurológicas: una mirada a través del cine
Ana Isabel Gomez Cordoba
Boris Julian Pinto Bustamante
Cine y trastornos de la memoria
Leonardo Palacios-Sanchez
Laura B. Pineros-Hernandez
Rocio Plazas-Pachon
Cine, psiquiatría y neurociencia
Paula Marcela Herrera Gomez
Cine y psicodelia
Alejandro Velasquez Torres
Autismo en el cine
Olga Lucia Casasbuenas Alarcon
Epilepsia en el cine
Juan Sebastian Botero-Meneses
Jesus David Charry Sanchez
El síndrome de Gilles de la Tourette en el cine
Alberto Velez van Meerbeke
Luis Octavio Tierradentro Garcia
Sueño y ensoñación en el cine
Mauricio O. Nava-Mesa
Maria Camila Cortes Albornoz
Isabela Concha Bolanos
La esclerosis múltiple y su visión cinematográfica
Haroldo Estrada Lopez
Autores
La neurociencia es un área multidisciplinar que abarca muchos niveles de estudio sobre el sistema nervioso: desde el desarrollo ontogenético y filogenético, la estructura, la función, la bioquímica y los cambios moleculares hasta el comportamiento normal, las patologías y la farmacología. Además, evalúa desde los mecanismos de la transmisión nerviosa hasta el funcionamiento de redes complejas involucradas en el ser como personas: la consciencia, el lenguaje, la memoria, el movimiento, la percepción, la cognición y las emociones, entre otras.
Este campo de conocimiento es bastante extenso y ha ido evolucionando hacia áreas íntimamente relacionadas, pero con enfoques específicos, como el neurodesarrollo, la neuroanatomía, la neurociencia aplicada, la neurociencia cognitiva, la neurociencia computacional, la neurofisiología, la neurolingüística, la neurología, la neuropsicología, la neuropsiquiatría, la psicofarmacología y la neurogenética, entre otros campos. Desafortunadamente, en general con fines netamente comerciales y avalados en investigaciones con poco valor científico, hemos visto últimamente un boom del prefijo neuro, con el que se encuentran los más diversos temas, como neuroeconomía, neuromarketing, neuropolítica, neuroteología, neuroastronomía y hasta la neuromagia.
Por lo anterior, existen muchos imaginarios y mitos sobre la verdadera neurociencia y las enfermedades relacionadas con el sistema nervioso y la mente. A todo lo largo de la historia de la humanidad, en la cultura general, estas patologías han estado ligadas a problemas derivados del mal genio, de las deidades o del diablo, secundarias a la ingesta de alimentos o venenos, causadas por la ubicación desfavorable de algún planeta o, en ocasiones, aun por extraterrestres.
El cine, desde su inicio, ha sido una herramienta muy utilizada para mostrar de una manera más o menos entendible lo que les sucede a las personas que tienen alguna enfermedad; entre ellas, las enfermedades neurológicas o mentales han tenido un puesto preponderante. Con este arte, se ha divagado sobre el origen de estos problemas, discutido los diferentes tipos de tratamientos o debatido respecto al pronóstico que tienen los sujetos afectados. Igualmente, las películas han servido para mostrar el uso y abuso de sustancias —muchas de ellas prohibidas— con fines diversos, como la tortura, la necesidad de hacer hablar, la realización de viajes psicodélicos o el asesinato. Finalmente, hay películas futuristas que muestran cómo, a través de diferentes estrategias, los próximos dirigentes quieren alienar a la población mediante el control de la mente en unas reglas uniformes establecidas por ellos.
La verdad es que no todo lo que se muestra es cierto y existe una gran distorsión de la realidad. Sin embargo, no deja de ser interesante cómo plantean los directores los diferentes temas. Aunque al final todo es producto de la ficción, la imaginación y la inventiva —lo cual es importante a la hora de vender—, las películas le permiten al público enterarse de enfermedades que de otra manera nunca conocerían. El cine tiene la virtud adicional de mostrar cómo esas enfermedades son padecidas por personas de carne y hueso, que tienen vidas normales o similares a las nuestras, y cómo la enfermedad afecta otros ámbitos de sus vidas, como los familiares y los emocionales. Hay películas buenas y malas, unas que son más fieles sobre lo que se conoce de la enfermedad y otras en las que desafortunadamente hacen una burla de la condición o de las personas que la padecen.
Este fue uno de los motivos por los cuales este grupo de profesionales interesados en la neurociencia decidimos escribir este libro. Quisimos hacer un análisis crítico de las películas sobre la base de las patologías que están mostrando. No se trata de hacer una enciclopedia de todas las películas que hablan en mayor o menor grado de aspectos relacionados con las neurociencias, sino de mostrar de la interpretación que cada autor de capítulo hace respecto a la forma como la enfermedad o el tema es tratado en la película.
A manera de introducción, el libro comienza con un magnífico capítulo en el que el profesor Luis Casasbuenas hace una reseña del libro Neurocinema: When Film Meets Neurology, de Eelco Wijdicks. Aquí se puede ver la gran cantidad de películas que se han hecho acerca de las enfermedades neurológicas, la mente, la ciencia ficción, las neurociencias, la “neuroética”, etc. El autor presenta una tabla en la que le muestra al lector interesado una categorización de la película que está buscando de acuerdo con la calidad cinematográfica y la fidelidad del tema tratado. En la última parte, el Dr. Casasbuenas hace una breve mención del cine en nuestro medio, principalmente en lo relacionado con la educación en las universidades.
En el segundo capítulo, se habla de un tema muy importante en el momento de tratar pacientes críticos —como son la mayoría de los que padecen una enfermedad neurológica—: la neuroética. Se responden varias preguntas acerca de temas con los cuales un profesional puede reflexionar: cuidado paliativo, eutanasia y dignidad, y preservación de la autonomía, entre otros.
A partir del tercer capítulo se presentan diferentes temas específicos: trastornos de la memoria, psicodelia, psiquiatría y neurociencia, esclerosis múltiple, autismo, epilepsia, síndrome de Gilles de la Tourette, y sueño y ensoñación. Se hace una revisión inicial del tema y luego se presentan las películas escogidas para realizar un comentario, evaluando si en el guion se da un tratamiento adecuado del asunto y cómo es la actuación de los personajes o simplemente se presenta una interpretación del autor acerca de cómo sería la manera más adecuada de llevar el mensaje al público.
Los autores queremos que este libro aporte un grano de arena a la enseñanza de la neurociencia. Como bien dice uno de los autores, sería recomendable crear en las diferentes universidades cineforos en los que de una manera amena pero crítica se pueda complementar lo que se aprende en las asignaturas formales. Nuestra misión pedagógica parte, justamente, de uno de los legados recientes de la neurociencia a la educación: cuando se aprende con placer, se aprende mejor. Y qué mejor que el séptimo arte para introducir debate y generar pensamiento crítico respecto a temas tan complejos como aquellos que se expresan a través de los problemas neurológicos y mentales.
ALBERTO VÉLEZ VAN MEERBEKE
Bogotá, enero de 2019
LUIS CASASBUENAS DUARTE
El principal objetivo de este capítulo es presentar el libro Neurocinema: when film meets neurology, de Eelco Wijdicks, y luego agregar algunas notas sobre este tema en nuestro medio (1).
Introducción
Las personas vivimos dentro de relatos y narraciones que nosotros mismos construimos. Para Anna Donald (2), sería muy difícil sobrevivir sin nuestra capacidad innata de crear relatos, porque son esos relatos los que nos unen con nuestros semejantes para formar sociedad. J. Bruner (3) opina que un sistema de educación debe ayudar a quienes crecen en una cultura determinada a construir su identidad y a encontrar un lugar en ella, utilizando una modalidad narrativa para lograrlo. Y una de esas formas de narrar, de relatar, de contar, es el cine, con sus imágenes, sus textos, sus intenciones.
Las enfermedades, además de su componente biológico, seguirán siendo acontecimientos construidos, reproducidos y perpetuados socialmente por medio del relato; es la narrativa la que aporta significado, contexto y perspectiva a los problemas que trae la persona que consulta; es la que define cómo y por qué ha enfermado, y ofrece una oportunidad para entender la situación de enfermedad que de otra manera no se obtendría.
Pablo González (4) considera que en la educación se vienen incluyendo los afectos, los sentimientos, las pasiones y las emociones tanto del enseñar como del aprender, elementos que ya están incluidos en el lenguaje cinematográfico, que los transmite de una manera comprensible, ágil y eficaz, en un medio que mueve a la reflexión (4). Y que esta reflexión es el verdadero núcleo de humanización que nos permite conocernos a nosotros mismos y entender a los demás (5).
Por su parte, María Beatriz Ciuffolini, de la Universidad de Córdoba, Argentina, opina que (6):
Los medios literarios y cinematográficos constituyen un recurso docente con marcadas potencialidades para analizar críticamente la práctica médica, identificar los supuestos teóricos y epistémicos que la sostienen, posibilitando el desarrollo equitativo tanto de los aspectos científicos y técnicos como humanos…
Nuestro libro-guía: Neurocinema: when film meets neurology
Su autor, Eelco Wijdicks, es profesor de Neurología de la Facultad de Medicina de la Clínica Mayo, Director de la Unidad de Cuidados Intensivos Neurológicos de la misma institución y un gran aficionado al cine. Este libro se organizó después de seleccionar más de cien películas (1).
En el capítulo uno habla de la medicina y el cine; en el capítulo dos nos presenta a los neurólogos en el cine; en el tres, las enfermedades neurológicas (diferentes temas); en el cuatro, la neuroética en el cine; en el cinco, las enfermedades neurológicas en los documentales (varios temas); en el seis, los errores o disparates en el cine, y en el siete viene el epílogo. Conservaré los títulos de las películas en el idioma que ha usado el autor, y en este texto el número del capítulo por tratar irá en negrita, siguiendo este mismo orden.
Comencemos por el prólogo, utilizando sus propias palabras:
Los temas neurológicos son muy atractivos para los guionistas y los directores de cine. Mi curiosidad central era encontrar cómo se hacen estas películas. Me parecía atractivo deconstruir la representación neurológica en la película. Hay unas preguntas obvias: ¿Cómo se muestran las enfermedades neurológicas y qué tan fielmente están representadas? […] ¿Cómo está representada la práctica profesional en neurología? […] ¿Cómo muestran los documentales la gravedad de estas enfermedades? […] ¿Tienen las películas valor educativo para los residentes y puede el tema permitir una discusión útil?
Estas películas se encontraron después de buscar en una variedad de bibliotecas y recursos de Internet, pero la filmografía proviene, en su mayor parte, de una lista personal que el profesor Wijdicks ha acumulado. Los criterios de selección fueron amplios e inclusivos: las películas escogidas debían tener escenas bien definidas que mostraran las manifestaciones de una enfermedad neurológica y sus consecuencias; también se incluyeron documentales, aunque reconoce el autor que no están exentos de riesgo, y fueron excluidas las películas que mencionaban solo tangencialmente signos y síntomas neurológicos.
Pero con el fin de mantener el criterio establecido, las películas hechas para televisión y las series de televisión también quedaron excluidas, a no ser que incluyeran un tema que el autor considerara importante. Finalmente, se descartaron las películas que incitan al horror y al terror, porque “entre otros motivos, no hay nada que aprender de ellas” (1).
Y como los instrumentos tradicionales para el examen neurológico son el martillo de reflejos y el alfiler, la fidelidad de la película es calificada usando una escala de uno a cuatro martillos de reflejos, y la tontería, lo absurdo, se califica usando una escala de uno a tres alfileres, pues piensa que ver estas películas causa dolor. Calificar una película con cuatro martillos de reflejos requiere una representación neurológica incuestionablemente exacta; con dos o tres martillos requiere la presencia de una escena pedagógicamente utilizable o algunos otros aspectos interesantes, y un martillo indica una muy mala representación (distorsión, tergiversación). Los alfileres indican un puñado de interminables películas tontas, “una representación realmente mala, o de las peores” (1).
Los guionistas y los directores pueden desviarse de la realidad con el fin de producir un cierto efecto; entonces, la neurología le da paso a esta nueva versión, que puede permitirse como una licencia poética. Wijdicks reconoce la necesidad que tienen los directores de dramatizar para crear así una película enganchadora e interesante de ver, mientras distorsionan la realidad, aun después de recibir asesoría médica. Reconoce que cualquier crítica de arte es arbitraria, e, incluso, pretenciosa, y algunos pueden decir que no se requiere ser tan estricto (“¡Oye, no es más que una película!”), pero una representación mediocre de una enfermedad neurológica grave no es buena para un público general.
Los guionistas han incluido en sus historias algunas enfermedades que amenazan la vida —a menudo, enfermedades malignas, terminales, y en los últimos tiempos, el sida— porque asombran a la audiencia y causan tensión en la narrativa (1). Los médicos aparecen con frecuencia cuando el protagonista principal de la película se enferma, y durante muchos años la interpretación ha incluido tanto a los médicos generales como a los especialistas y los subespecialistas, pero los guionistas prefieren más a menudo a los cirujanos, los psiquiatras y los pediatras. Los guionistas son muy hábiles en crear epidemias de pánico —por ejemplo, con la aparición de la gripe aviar—, pero las enfermedades están adecuadamente representadas en las grandes películas, pues la medicina en el cine ha sido bien investigada. Para los médicos, la representación de la medicina —particularmente, en aquellas películas famosas— siempre es importante, no pocas veces fascinante y, a veces, risible.
La descripción de la medicina suele comenzar fuera del hospital, en un ambulatorio. La mayor parte del tiempo las ambulancias se presentan como un asunto caótico, con los médicos preguntándose quién es el jefe. Y, por supuesto, tenemos las urgencias, donde los pacientes están congestionados, con el personal de planta irritado y chillando, y, a veces, con un aspecto sangriento, porque a menudo las enfermedades incluyen traumas o heridas por arma de fuego. Las instituciones médicas no siempre están representadas cuidadosamente. Por ejemplo, los hospitales de veteranos se muestran a menudo en el género de películas de guerra, y son sitios aterradores o sitios donde la burocracia conduce solo a frustraciones. Las instituciones más traumatizantes son los hospitales psiquiátricos, donde hay una imagen negativa de los psiquiatras y de las enfermeras de planta.
Las películas realizadas durante las décadas de 1930 y 1940 mostraban al médico en un ambiente rural, compasivo con sus pacientes, generalmente representado como un hombre joven, atractivo, meticulosamente vestido y con una bata blanca. Pero más tarde esta imagen cambió, y comenzó a incluir asuntos éticos como la eutanasia y el aborto. La serie norteamericana Doctor Kildare mostraba un mundo virtualmente perfecto de la medicina, y ya en la década de 1950 comenzaron a aparecer las médicas.
En la película Los Internos (1962), una enfermera jefa les advierte a sus subalternas que tengan cuidado, pues “todos estos médicos jóvenes son unos maniáticos sexuales”. Los ginecólogos raramente aparecen; en cambio, los psiquiatras han sido clasificados entre los competentes y cuidadores, los neuróticos y cómicos y los investigadores diabólicos. El estatus social de los médicos siempre es representado como alto, con oficinas amplias y grandes escritorios. No son frecuentes las películas biográficas de los médicos; ni siquiera, de los grandes maestros.
Se han hecho muchas películas sobre las enfermedades, pero ninguna de ellas ha llegado a ser clásica. En ocasiones, un médico se enferma, pero generalmente los directores de cine muestran que dicho episodio lleva a un cambio de actitud del médico. De alguna manera, las películas reflejan lo que los guionistas y los directores opinan de los médicos, y no es algo que los favorezca.
Wijdicks dice que no sabemos qué tanta información tienen los guionistas ni los espectadores sobre la neurología ni sobre los neurólogos cuando están tratando esos temas, pero, seguramente, no debe de ser mucha. Inicialmente, los neurólogos no aparecían como actores principales; entre otras razones, por ser una especialidad médica relativamente joven. Además, se creía que ni los diagnósticos ni los exámenes se prestaban para la narrativa, y también, por una especie de “neurofobia”, pues la neurología siempre ha sido considerada demasiado misteriosa; aun para los estudiantes de medicina.
Los comienzos de la neurología estuvieron ligados a la psiquiatría y a los estudios de Charcot, cuya fama inspiró la película Agustine (2012), considerada la primera película biográfica de un neurólogo. Las representaciones han incluido desde los aislados neurocientíficos que estudian una rara enfermedad, como en The Royal Tenenbaums (2001), hasta el cascarrabias gruñón en The Diving Bell and the Butterfly (2007) y el hipócrita y poco ético investigador en Extreme Measures (1996). Pero Oliver Sacks cambió esa percepción del neurólogo; especialmente, en Awakenings (1990), donde muestra al investigador barbado, con gafas y tímido que busca el tratamiento de la encefalitis letárgica. Siguen apareciendo tantas representaciones de los neurólogos en diferentes películas, y en tan diversas situaciones, que Wijdicks termina por concluir que “en las representaciones de la comunicación con las familias, el neurólogo es a menudo autoritario, distante, poco realista, o sin compasión” (1).
Estas películas muestran el estereotipo de un neurólogo que aparece como el intelectual, científico distante, no muy diferente de un psiquiatra. Las películas que describen a los neurólogos actuales aún pueden ilustrar otro motivo: las habilidades diagnósticas están muy lejos de la realidad, y con frecuencia son inciertas acerca de lo que está sucediendo, y en varias películas el neurólogo es denigrado. En las películas es difícil sentir amistad hacia ellos, y nunca una película de ficción permite una autorreflexión de nuestra práctica.
Los espectadores no médicos seguirán preguntándose realmente qué hace un neurólogo. Como neurólogos, todavía tenemos que esperar del cine una adecuada descripción de nuestra especialidad y sus varias subespecialidades, y de sus diversas enfermedades relacionadas, que requieren un manejo complejo, y tiempo, aun si no hay tratamiento curativo.
Cuando se le pregunta a un médico, y en particular a un neurólogo, su concepto de la representación de una película sobre enfermedades neurológicas, dirá que es inadecuada; incluso, absurda (4). Por su propia naturaleza, la representación teatral siempre es, de alguna manera, artificiosa, y puede esperarse el embellecimiento de una discapacidad por el enfoque artístico que aquí estamos considerando.
Indudablemente, la representación de los mayores síndromes y signos clínicos está muy cerca de la realidad, y ello es muy estimulante. Por alguna razón, muchas películas, con sus guionistas y sus directores, se han ganado merecidamente su fama. Y a Wijdicks se le ocurren estas preguntas: “¿cómo representan los actores una enfermedad neurológica?, ¿cuál es el impacto que tienen las enfermedades neurológicas en las relaciones, el trabajo y la creatividad?” (1). Las enfermedades neurológicas pueden verse en tres escenarios: 1) las que están basadas o inspiradas en una historia real (The Sea Inside), 2) las que muestran un aspecto específico de un tema que guía el principal argumento (A Late Quartet) y 3) las que solo muestran lo neurológico en una o dos escenas como parte de una historia, pero no como parte importante del argumento (Steel Magnolias). Aquí van algunos ejemplos.
El coma
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Reversal of Fortune (1990) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Talk to Her (2002) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
Traumatismo craneoencefálico
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Regarding Henry (1991) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
The Lookout (1991) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Accidente cerebrovascular
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Amour (2012) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
A Simple Life (2012) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Síndrome de enclaustramiento
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
The Diving Bell and The Butterfly (2007) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Tumores cerebrales
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Dark Victory (1939) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
Declaration of War (La guerre est déclarée) (2011) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Meningitis
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
The Courageous Dr. Christian (1940) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
In Enemy Hands (2004) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
Encefalitis letárgica
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Awakenings (1990) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Traumatismo raquimedular
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
|
The Untouchables (2011) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
|
The Men (1950) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
|
Born on the Fourth of July (1989) |
3 martillos de reflejos |
||
Coming Home (1992) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
|
The Waterdance (1992) |
2 martillos de reflejos |
Poliomielitis
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Sister Kenny (1946) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
The Sessions (2012) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
Esclerosis múltiple
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Go Now (1995) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Hilary and Jackie (1998) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
Enfermedad de la neurona motora
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
|
Tuesdays with Morrie (1999) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
|
The Theory of Flight (1998) |
1 martillo de reflejos |
||
Hugo Pool (1997) |
1 martillo de reflejos |
Lepra
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
The Motorcycle Diaries (2004) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Amnesia
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Memento (2000) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
The Music Never Stopped (2011) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
The Vow (2012) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
Cefalea
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Pi (π) (1998) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
Alteraciones del sueño
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
|
High and Dizzy (1920) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
|
Viridiana (1961) |
1 martillo de reflejos |
||
Side Effects (2013) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
|
Machinist (2004) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
|
My Own Private Idaho (1991) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Crisis convulsivas
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
A Matter of Life and Death (1946) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Frankie and Johnny (1991) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
Drugstore Cowboy (1989) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
First Do No Harm (1997) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
The Aura (2005) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Parálisis cerebral
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
|
Gaby: A True Story (1987) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
|
My Left Foot (1989) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
|
Door to Door (2002) |
2 martillos de reflejos |
Trastornos del espectro autista
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
|
Fly Away (2011) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
|
Adam (2009) |
4 martillos de reflejos |
||
Rain Man (1988) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
Síndrome de Tourette
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Niagara, Niagara (1997) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
The Tic Code (1997) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Demencia
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Iris (2001) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
A Song for Martin (2001) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Away from Her (2006) |
4 martillos de reflejos |
Nota: también se la conoce como Far from Her; nótese la diferencia semántica |
The Notebook (2004) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
Memories of Tomorrow (2006) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
Enfermedad de Parkinson
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
A Late Quartet (2012) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Alteraciones genéticas
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
|
Lorenzo’s Oil (1992) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
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The Cake Eaters (2009) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
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The Madness of King George (1994) |
1 martillo de reflejos |
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Extraordinary Measures (2010) |
1 martillo de reflejos |
Para Wijdicks, la película de ficción hace una representación dramatizada de la enfermedad neurológica, mientras los documentales representan la realidad (1). Algunas películas de ficción imitan muy bien la realidad, pero podría decirse que la neurología está mejor representada en los documentales. Por lo tanto, estos trabajos pueden mirarse con cierta sospecha, y un crítico de cine los llama “películas con documentos”. Sin embargo, los documentales no necesariamente tienen influencia en la opinión pública, pero crean conocimiento, o les permiten a los espectadores ver el tema desde otro ángulo. Aquí algunos ejemplos.
Documentales sobre demencia
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
You’re Looking at Me Like I Live Here and I Don’t (2012) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
The Genius of Marian (2013) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Enfermedad de Huntington
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
Do You Really Want to Know? (2012) |
1 martillo de reflejos |
Descripciones incorrectas |
Esclerosis múltiple
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
When I Walk (2013) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Enfermedad de la neurona motora
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
So Much So Fast (2006) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Living whit Lew (2007) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
I am Breathing (2013) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Afasia secundaria a accidente cerebrovascular
Nombre de la película |
Calificación |
Observación |
After Words (2013) |
3 martillos de reflejos |
Algunas partes se pueden utilizar para enseñanza |
Picturing Aphasia (2006) |
4 martillos de reflejos |
Se recomienda verla |
Aphasia (2010) |
2 martillos de reflejos |
Errores en la descripción, pero es interesante |
Poliomielitis