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Epígrafe

Dedicatoria

Agradecimientos

Parte I. De qué se trata todo: datos, pruebas e ideas

La investigación y sus problemas

Un problema de investigación

Datos, pruebas e ideas

Otro problema, otra idea, una posible solución

Fuentes conocidas de error y desviación organizacional

¿Quién recopila los datos?

1. Modelos de indagación: algo de contexto histórico

Modelos de conocimiento

Las recomendaciones de Lieberson

A continuación…

2. Ideas, opiniones y pruebas

Cómo resolvemos las cuestiones

Una nota sobre la terminología

El debate cualitativo-cuantitativo: una época más ecuménica

El debate: Blumer, Stouffer y The American Soldier

A menos, desde luego, que eso no sucediera, como no sucedió en 1948

3. Cómo lo hacen los naturalistas

El modelo de las ciencias naturales

El traslado del modelo de las ciencias naturales a las ciencias sociales

Parte II. ¿Quiénes recolectan los datos y cómo lo hacen?

Secuencias, protagonistas y trampas de la recopilación de datos

4. Censos

La realización de un censo

Censos nacionales

Hacer una enumeración completa

Cómo contar lo “incontable”: las personas “sin residencia cierta”

Información incorrecta

¿Cuándo son exactos los datos censales? ¿Y son exactos con respecto a qué?

Algunos otros problemas que tuvimos durante largo tiempo, y algunos que pronto tendremos

La tarea censal como modelo

Aprender de los errores

5. Datos recolectados por funcionarios públicos para documentar su trabajo

Las estadísticas oficiales y las personas que las acopian

Causas de muerte: los informes de los médicos legistas

Índices delictivos y definiciones judiciales

Arrestos y delito: estadísticas policiales

El uso sociológico de los datos de investigación

El uso de las actas escolares

Cuando hay que conformarse con datos mínimos

Y entonces…

6. Trabajadores temporarios y recolectores no científicos de datos

Un acontecimiento instructivo

Recolectores voluntarios de datos: personas que informan sobre sí mismas

Datos de trabajadores temporarios

Instrumentos de recolección de datos

Objetos físicos y archivos como testigos

7. Los investigadores en jefe y sus asistentes

La recolección de nuestros propios datos: una diversidad de posibilidades

Los investigadores principales y la investigación de campo

Datos numéricos en los estudios de campo: algunos ejemplos

8. Inexactitudes en la investigación cualitativa

Un enfoque buffoniano

Inexactitudes en el trabajo cualitativo

Generalizaciones “ambiciosas”

Reflexiones finales

Referencias bibliográficas

Howard Becker

DATOS, PRUEBAS E IDEAS

Por qué los científicos sociales deberían tomárselos más en serio y aprender de sus errores

Traducción de
Horacio Pons

Becker, Howard

© 2017, The University of Chicago

© 2018, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.

“Hijo”, dice el anciano, “sin importar cuán lejos viajes o cuán listo seas, recuerda siempre: algún día, en alguna parte, aparecerá un tipo que te mostrará un lindo y flamante mazo de cartas con el precinto intacto y te apostará que de él saltará la jota de picas para derramar sidra en tu oreja.” “Pero, hijo”, prosigue el viejo, “no apuestes contra ese hombre, porque, por seguro que estés, terminarás con la oreja llena de sidra”.

Damon Runyon , “The idyll of Miss Sarah Brown” (1933)

En memoria de Donald T. Campbell,

con quien enseñé y de quien aprendí

Agradecimientos

Desde que, muy joven, en 1946, ingresé al campo de la sociología, trabajé en este libro, aunque sólo en fecha reciente comprendí que había estado en eso. Para decirlo con seriedad, desde entonces todo lo que leí y todas las personas a quienes conocí –docentes, estudiantes, colegas y amigos– contribuyeron a la creación del libro que el lector tiene en sus manos.

Algunas personas hicieron un aporte en las últimas etapas de mi trabajo al leer versiones anteriores del manuscrito y comentarlas; debo mencionar en especial a Charles Camic, Tom Cook, Frank Furstenberg, John Walton, Charles Ragin e Iddo Tavory. Mi correspondencia con Richard Howe, que se ocupaba de problemas similares, fue más que útil. Como de costumbre, Rob Faulkner fue una maravillosa fuente de citas y pensamientos estimulantes. Mi agradecimiento a todos ellos, aunque no siempre seguí sus sugerencias. Su ayuda me resultó sustancial.

Doug Mitchell, mi editor en la University of Chicago Press, incansable en su trabajo y en su apoyo, me ayudó a sobrellevar la chifladura de ser un autor durante al menos treinta años. ¿Qué habría hecho yo sin eso, o sin los denodados esfuerzos de Kyle Wagner?

Nadie sabe mejor que yo que el libro nunca habría sido lo que ha llegado a ser sin los integrantes de esa editorial que se encargan de todas las tareas de producción, los editores y diseñadores de quienes los autores dependen para que los libros luzcan bien. En este caso quiero agradecer en particular a Lois Crum, la correctora que hizo más clara y elegante la redacción. No siempre hice lo sugerido por ella, pero el libro es mejor debido a sus sugerencias, que acepté en su mayor parte. Quiero también agradecer a Isaac Tobin por su diseño del libro, al que los lectores desearán entrar simplemente por su agradable apariencia.

Dianne Hagaman padeció mis estallidos de mal humor y desesperación y se aseguró de que el libro fuera una realidad, leyendo lo que para mí eran interminables revisiones sin quejarse, cansarse ni perder su buen ánimo y su optimismo. Nunca podría haberlo logrado sin ti. Gracias.

Parte I

De qué se trata todo: datos, pruebas e ideas